martes, diciembre 05, 2006


... ¡ veo tanto a través de tus ojos ! que no puedo evitar sentirte parte de mí.
Sé que todos formamos parte de un circo que permanece en una realidad tan abstracta como la irrealidad, pero los piolines que sujetan nuestro destino están especialmente enlazados.
No importa el camino que decidamos recorrer, ni la distancia, porque al fin y al cabo, sabemos que nos vamos a encontrar. Como aquel día, que la lluvia nos sorprendió frente al río, hablando de tantas cosas... con tanto entusiasmo.. que siquiera sentimos sus gotas mojarnos la piel. Desde ese entonces, la lluvia ya no suena triste, ni huele a soledad.
¡Siempre, estás presente!, porque formás parte de mí, y tus palabras han marcado un fino rasgo en mi piel, que hacen que te recuerde siempre, a pesar del agua que corrió bajo el puente y del polvo que se acumuló en ese estante vacío, el de tu mariposa.
Yo no le temo al tiempo. Porque sé que cuando el cariño es tan puro y sincero, no sirve de nada!.

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