jueves, mayo 15, 2008

Hoy la luna no es luna, sino una mancha que asusta al ocaso. Hoy, la risa suena hueca, vacìa... siquiera es risa, es solo un sonido dèbil y febril que emite mi boca. Y lo hago porque es vital, para no morir, para que no me coman los buitres del cielo... pero no por voluntad. A veces siento que no soy màs que un par de maderas descoloridas, enlazadas entre sì y sujetas a unas cuerdas, que solìa ofrecer la mas bella melodìa con mi cuerpo de guitarra, y ahora no soy mas que una sombra a para una comunidad de hormigas.

No es fàcil seguir, cuando el camino se nubla sobre nuestras cabezas, no es fàcil, nada fàcil.

Optè por vivir de recuerdos, escuchando voces que ya no estàn, dibujando con colores pasteles que ya no se fabrican y mirando cielos con estrellas fugaces, esas que ya no se ven...

Y es asì, y no tiene vuelta.

[Alguien me enseñò que siempre se debe apretar los dientes, yo le recuerdo que nuestro cielo siempre estuvo màs allà. ]


Y ahora... Que cierro los ojos y veo tu manito apretando la mìa para resistir al viento, siento que mis pies se desvanecen y se derriten sobre el suelo... y que de mi espalda nacen alas gigantes, que se nutren de estas palabras que te escribo, que son suaves como algodones... Es tan necesario abrazarte... Con mi poesìa te regalo el cielo màs hermoso, que cabe en la palma de mi mano. Para acompañarte siempre, para que no estemos solos...