martes, diciembre 04, 2007



Ven pequeño, corre hasta aquì, que te acobijarè en mis brazos y te arroparè hasta que el sueño venga por tì. Duerme hasta que el alba despunte con su brillo, duerme... que nada malo te sucederà; mis brazos son suaves gigantes que te protegeràn de todo lo que no deseas ver.
Te has dormido ahora y suspiras apretujàndo tu rostro contra el calor de mi pecho. Es que la ciudad de noche es frìa, y el gobierno es el invierno màs crudo que nos toca soportar. Creo que sueñas algo bello, sonrìes sin abrir tus ojitos. Me detengo a mirarte: eres tan ìnfimo y pequeño que hasta siento, caberìas en la palma de mi mano. Anhelo que vivas asì, en mi palma... durmiendo y jugando sin pensar que debes salir a trabajar.
Los niños son niños, y su lugar es la escuela.


1 comentario:

Anónimo dijo...
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