sábado, noviembre 29, 2008

Llora un arco iris infinito aquel que puede reìr.
Rìe muertes y espectros,
escupe espinas y pàrpados sin ver el sol.
Con mariposas de cristal hechas añicos,
enciende una luna de plata y carbòn.
Abraza la inocencia de la voz,
con su cuerpo de zorzal.

Acarrea la dulce condena de amar,
de dar toda la luz hasta quedarse en penúmbras.
De apostar hasta el último hilito de esperanzas.
No hay estado màs hermoso
que la embriagante sensaciòn de estar enamorado.

lunes, noviembre 24, 2008

Extraña sensaciòn arrabalera, ésta de desnudarte.
Tu piel, tu mente y tus palabras... Tus ojos, tu pelo y la luna.
Anudo estos versos a mi cintura y con ellos me visto de seda.
La noche es oscura, tu voz lejana y este desasosiego me recita los versos que jamàs he de escribirte.
Tu boca se convierte hoy en la cima de esta montaña de incertidumbres que transito. Yo, fiel peregrina de la ilusiòn, de las risas delineadas por cometas y de los niños felices y eternos. Yo, que no soy más que unos cuantos poemas que ahondan en algún inconsciente. Yo, que amé tanto tiempo la pluma herida de un gorriòn... y hoy anhelo que sea la tumba de todo el dolor perdido.

Esta tarde de sol, Amelie huye hacia otro nido.
Sin nombre, ni apellido... sin porqués y sin respuestas... pero lleno de esa esencia encantadora, esa duda que enamora y hace soñar. Amelie hoy sueña con volver a ver la luna, blanca y radiante, ausente y tan propia. De verter su pluma en la tinta de los rìos que se llevan a su paso, las lágrinas de alguna poetisa que no cesa de llorar...

Amelie es rìo y rìe.
Amelie es paz y la guerra de guerrillas.

Inconcluso,
guardo tu nombre en un cajòn.. Extraño ser.

viernes, noviembre 07, 2008


Resurgir.
Escribir la historia de cada cuerpo afianzando las raìces a los escombros del pasado, y arraigando unas nuevas a la belleza del presente.
Respirar el aroma febril de los tilos, y sentir que aún estamos vivos.
En mis venas llevo la tinta que no me dejará conformar con un beso sin suspiro ni con una estrella sin contraste. En mis venas, llevo la pluma que me permite llamar en silencio a la luna, esas noches en que me siento sola.
Llevo las alas pintadas con acuarelas de colores fuertes y brillantes, anudadas al lomo, como si fuera un burro de carga que aprieta sus dientes para llevar una maleta. Llevo mi libertad a cuestas y sudo alegría por ello.
Mi alma es libre, no pertenece siquiera al viento... ni a la brisa, ni al sol, ni a la luna... Mi alma siquiera me pertenece a mí.
Quién quiera acompañarme por la vida, jamás debe anhelar cazarla. Ella es débil como un colibrí, frágil como una copa de cristal... pero valiente y arremetedora si la quieren encarcelar. Mis alas y mi alma, son mi más bella pintura... mi poema más hermoso. Son ellas las musas inspiradoras de mis versos... Son ellas el faro pequeño que no me deja caer en los precipios desconocidos, son esas sogas que sujetan mi cadera y me toman con fuerza... para no dejarme ir detrás de cualquier duende fabulador.
Son ellas... y quien quiera, jamás cazarla.

martes, noviembre 04, 2008


Encadenada a esta incertidumbre.
"Si estás, es porque no te dejo ir"; ¿y ahora?
El horizonte aleja su trazo, pero es inevitable llegar a un punto final.
No todo puede perpetuarse en nuestras poesìas,
no todo es indeleble a las huellas del tiempo:
No puedo escapar al olvido que siembras en tu alma.
No podemos forjar las piezas de este rompecabezas
a que encastren en nuestro presente.
Quizá no fue más que una melodìa desentonada
que nos sirviò para soñar una y mil veces.
Quizá, fuimos las alas necesarias para alcanzar nidos ajenos,
y hacerlos propios.
O quizá no.
¿Un teleteatro que confundiò al actor?
No.
No fue más que un suspiro hermoso, bello como el alba una mañana de verano.
Pero real.
Real como la pena que me ahoga, cada vez que retrato tu risa.
Escondo tu voz debajo de una piedra.
La levanto y la dejo libre para oìr la dulzura que en ella anida,
me nutro de ella... me nutro de tí.
Todo mi cuerpo se reconforta con solo pensarte,
solo con recordar, que ya muchos años han pasado desde que nos conocimos,
desde que nos entregamos al amor y luego, nos dejamos ir..
Ya muchos años;
muchas lunas desvelados preguntándonos ¿por qué?
muchas noches en almohadas ajenas;
muchas pieles hemos acariciado con lujuria y placer,
Quizà sin sentir más que el gemido del diablo.
Quizà no.
Han pasado muchos años.
Cuàntas làgrimas se han ido con las poesìas de Ismael,
cuántos latidos desorbitados han acompañado la melancolía eterna de mi amado Silvio.
¿Cuàntas veces he repetido tu nombre para que se vaya en el viento?
Ya no queda más pelea,
que la batalla entre el olvido y el corazòn.
Ya no quedan fusiles de palabras que me acobijen.
Ya no queda un sentido por què luchar.
Fue mi más bella poesía la historia que inventé abrazada a tu espalda.
Mi mano te suelta hoy, para que vueles sin mis alas hacia el cielo.