viernes, junio 01, 2007

Aunque tu presencia dure un abrir y cerrar de ojos, siento que es eterna.
60 minutos en que el alma abandona al cuerpo y se hecha a volar.
Mi locura se deleita con tus palabras que decoradas con garabatos y sonrisas, apresan una y otra vez a mi alma enamorada.
Me detengo a observarte con atenciòn... y en silencio. Podrìa gritarte mil verdades.. pero prefiero callarlas pues tus ojos merecen ser la contemplaciòn ùnica, quizàs.. una palabra sea demasiado frìvola para la calidez de tu instinto o tal vez se unirìa formando un hermoso soneto.
Ahora mi mente se desliza sigilosamente, analizando cada uno de tus àngulos...
Sin embargo, mi mirada sigue fija sobre tu rostro...
Existe la armonìa entre tu voz y tu cuerpo, tu alma y tu ideologìa, tu sencillez y tu sutileza.
Serà que con tus mil defectos y mil virtudes conformàs la perfecciòn, esa perfecciòn que envuelme mis sentidos hasta desbaratarlos de cordura.
¿Notaràs que mis labios añoran perderse una y otra vez en tu amanecer, cuantas veces como segundos tiene un milenio?
¿ Notaràs acaso, que navego en el manantial de tus pestañas color avellana cuando tus ojos se confunden con la luz tenue de un hermoso ocaso?.

Hoy descubro que este arrabal descolorido que me dibuja una sonrisa ...es ese amor tan puro que anhelo con locura... Es el brillo de tus ojos, la debilidad de tu aura, el silencio de tu calma y la locura de tu olvido.
Es que añoro tu compañìa tanto como a mi amada revoluciòn.

1 comentario:

Verónica E. Díaz M. dijo...

Yo desde el post anterior ya sabía que era Amor...

Muy bellas palabras...

Un abrazo