lunes, abril 30, 2007

No hay canciòn que me haga poner la piel de gallina como esta...

No hay canciòn que me llene màs el alma, que me haga emocionar, y que me haga levantar cuando siento que caigo...





...Creo que con una canción
la tristeza es más hermosa.
Creo que con una palabra
puedo decir mil cosas.
Pero no creo en el circo
de la información.
Toda decanta en tu amor
y en mi dolor.
Creo que es mejor morir de pie
que vivir de rodillas.
Creo que el viento me alcanzó
el olor de tu mejilla.
Creo en mi guitarra, creo en el
sol (si me cura las heridas),
Creo en tu voz.
Creo en la vida, en la noche,
en tu alma y no creo
en todo lo demás.
Creo en tu estrella,
en aquella que busco
en mi sueño mejor
para poder luchar.
Creo en esas tarde que viví
jugando a la pelota.
Creo que educar
es combatir
y el silencio
no es mi idioma.
Creo en tu sonrisa,
creo en mí si te veo hoy
y me pedís que no
me rinda,
sigo por vos.
Creo en la lluvia cuando cambia
el olor de mi tierra.
Creo en el mar
cuando amanece
abrazándose a las
piedras.
Creo en los jazmines
que un Dios me bajó
esa vez, para poder
conocerte como mujer...

sábado, abril 21, 2007

...Y la lluvia cae incesàntemente, como un lago, como un rìo.
Sus gotas empapan el cristalino reflejo de la luna, mientras llenan de incertidumbre las almas errantes de los desconocidos que callan para no morir.
El cielo llora y nadie lo nota. Y nadie lo escucha. Y nadie lo consuela. Y nadie lo mira. Pero el cielo llora y sigue llorando. Y sus làgrimas cada vez se cargan con màs y màs dolor. Porque los niños se mueren de hambre y nadie los escucha ni los mira, como al cielo. Y nadie mira tampoco a las casas de cartòn que se caen con el soplido de la brisa primaveral, y nadie se detiene a ayudar a aquel hombre que perdiò su techo, porque todos marchan tan ràpido que no lo ven, o cierran los ojos. Pero el cielo sì que lo ve, y llora. Y nadie ve las manos dolidas del hombre que trabaja bajo el frìo del crudo invierno a cambio de un plato de sopa caliente. Y nadie ve los pies gastados de una madre que cruza montañas y arroyos para que su hijo no muera de fiebre. ¡ Y nadie lo ve! ¡ y nadie lo mira!. Solo el cielo, que llora...

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A mis compañeros de Cruz Roja,filial quilmes... àrea de desarrollo social que se desviven porque la gente vea el llanto del cielo, y las casas de cartòn que bailan al ritmo del viento, y en estos ùltimos tiempos, de la lluvia.
Somos un grupo de jòvenes con ganas de cambiar esta triste realidad para muchos, y aunque sea difìcil, no nos rendimos, porque tenemos ideales, tenemos fuerza, tenemos hambre de igualdad. Tenemos, lo que este gobierno no tiene.
Traficamos sonrisas cargadas de esperanza en nuestros bolsillos, y se las entregamos a aquellos que las hayan perdido. Dibujando garabatos en el cielo, hoy estamos tratando de abrir las puertas que la sociedad cierra con violencia...
y tropezamos, sì. Porque no es fàcil ver la desesperaciòn y la avaricia de algunos que creen ser poderosos, pero no caemos, no... Porque estamos tomados de los brazos con tanta fuerza, que somos capaces de vencer al mismìsimo infierno.
Gracias por pelearla todos juntos desde tan abajo! los quiero con el corazòn!, bel...

domingo, abril 15, 2007

Siento que camino en silencio inventando en la llanura de mis pasos, el eco de las palabras ausentes.
Siento que muero y renazco en los pechos de una tierra que me da el pan que los polìticos me niegan.
Soy el cielo, los lagos, las montañas. Soy tu grito y tu silencio. Soy la moneda que le sobra al rico y me convierto en pan para los pobres. Soy la memoria de mi pueblo, y la justicia de un corazòn dolido. Soy la mano de un anciano y el pie del peregrino. Soy la lluvia. Soy el recuerdo de los desaparecidos, y la sangre de los caìdos. Soy la lucha. Soy la libertad. Soy la espuma de un mar que trae los lamentos de Alfonsina. Soy la làgrima incontenible, y la palabra de aliento.
Soy porque siento.

domingo, abril 08, 2007

Y es extraño que hoy vuelva a escribir con un nudo en la garganta.
Las palabras no quieren salir, y se atoran en el corazòn y de tanta fuerza que hacen por escapar... caen mis làgrimas y comienzo a llorar...
La situaciòn me lastima, quiebra mi sentido y lo pisotea y no encuentro la respuesta a esto que creo un gran mal. Por primera vez...no creo poder soportar que esos labios no sean solo mìos, y que ella haya muerto y renacido en sus ojos antes de mi amanecer.
Me sumerjo en un tango triste, y dejo que mis penas salgan al compàs del pincel, que en cada pasada borra la silueta de mi nostalgia, pero dibuja la suya.
Mis actos no tienen relaciòn con mi pobre razòn que yace tendida de la ventana por tanto amor frustrado.
El tiempo se mezcla con la incertidumbre, y cada minuto que se esfuma es una làgrima màs que se desliza por mi piel. Me queda mirar el cielo y esperar que en los silencios repitas mi nombre, y vengas a buscar aquel beso que aguarda tus labios, casi como al mismìsimo cielo.