lunes, marzo 31, 2008
jueves, marzo 13, 2008
busca en mi cielo la libertad
y transforma tus ansias de viento fresco en coplas para la tierra.
Anhela con vehemencia el sol,
Dibuja con tus manos pequeñas golondrinas que te haràn companìa.
Y no apagues tu luz.
Escucha mi susurro entre los àrboles
y observa mis manos en la eternidad de la noche.
Aunque me vaya aquì estoy.
Descubre mis labios recitando poesìas eternas
que tus manos han enfundado entre las rocas.
Descùbrete.
lunes, marzo 10, 2008

A veces el tiempo se escapa entre latidos desorbitados y superficiales sonrisas de cartòn, a veces creemos que la vida es una calesita de colores, con sonidos y garabatos extrasensoriales... y peor aùn, que es eterna.
Y tal vez, mi cuerpo (al igual que el del profeta) se durmió bajo un cielo que me prometìa ser un prisma de colores y que terminò asesinando los sueños que se estrujaban por nacer en mis bolsillos.
Hoy tengo un vacìo enorme en el pecho, una ausencia que brota por las grietas del silencio y me hace llorar... Un nudo en la garganta que espanta las palabras, dejando a mi boca seca y las làgrimas sin sentido. (El cielo es injusto a veces...)
El horizonte se alejaba y mis pies aceleraban su paso... ya no era todo tan hermoso, la tormenta proponìa torbellinos y yo solo querìa esconderme bajo una cama y no volver a salir. Estamos en el umbral de lo pequeño y lo tridimensional (sujetè fuerte su mano pequeña, recordè una por una las noches en que, entre risas y bostezos, nos dormimos al compás de una canciòn de moda... y aùn asì, ¡aùn sujetándolo con fuerza! La maldita realidad me lo quitò). Una mueca de tristeza me invadio...
¿y ahora?.
Busquè desesperadamente al poeta... lo busquè en sus libros, en sus canciones, recordè una a una sus poesìas y las repetí de principio a fin. Nada. No sentìa ese estruendo en el cuerpo que me producía nuestro encuentro, no ahoguè mi dolor en su mochila de recuerdos. El poeta ya no estaba...
Hubiesen pagado fortunas, los que a ello se dedican, por oìr como mi cuerpo lloraba, cada àngulo, cada hueso... cada pequeño pedacito de carne. Rechinaban y se retorcían al ritmo en que mi corazón se desintegraba...
(Me duele la risa cuando rìo sin èl, me duele la mente cuando lo pienso... me sangran los brazos cuando acaricio el aire imaginándolo.)
Me sentì morir junto con èl.
El profeta tambièn lo hizo, tambièn sintió la muerte en su cuerpo vivo... sintió sus pies fallecer cuando el carnaval lo asesinò con sus plumas y lentejuelas... y se marchò. Se alejò con la murga del corazón hacia otra galaxia. Acà en el paìs de las calaveras sonrientes no se puede cantar con el sabor de una Revoluciòn. [Me lo contò un ciego, que oyò las suelas de sus zapatos en la acera. ]
Cuàndo creì que este ring era demasiado difícil para boxear y pensè que en este baile ya no quedaban pasos por exhibir, una manzana cayò del árbol... y se suicidò contra el césped verde esmeralda. Sì, justo cuando las papas quemaban. Y otra vez, aprender a vivir... hacièndome cargo de un árbol sin manzanas y de una vida sin un corazón. ¡y el poeta ya habìa escrito su adiós con un fino trazo! ¿quièn dibujarìa mis làgrimas con una metáfora empañada?¿Quièn me ofrecerìa una sonrisa sin pedir una mentira a cambio? . En ese instante, mi corazòn comenzò a latir con fuerza... Mi pulso se volviò un ping pong de saltos... y de repente, caì al piso inconsciente...
domingo, marzo 02, 2008
...Me dejàs ver màs allà del sol, del cielo y de todas las estrellas que habitan la noche... Me dejàs volar con tus alas, me abrigàs con tu tiempo, y tus brazos son pequeños pedazos de nube que destilan un mañana, un futuro... un despuès.
Estàs conmigo y soy ave que atraviesa fronteras y vuela sobre los campos minados de margaritas, soy luna que alumbra los suspiros de los seres màs ìnfimos y soy brisa para acariciar tu piel en la mañana. Soy todo lo que puedo, todo lo que tus manos pueden crear en mì, porque tus besos hacen que mi cuerpo cambie de forma y se haga invisible a las penas y el dolor.
Soy cisne que habita tus aguas, soy sombra que deleita tu noche, soy esclava y dueña de la sonrisa màs hermosa.
A veces me da miedo perderte en el vaivèn de un pasado que se niega a morir en su ayer, y clava sus garras en mi yugular... pero ahì estàs, con tus abrazos y tus palabras suaves al oìdo. Y ahì estàs, desde el principio...
Ahì estàs y ahì estoy. Acà estamos. Y aquì estaràs, estarè.. y estaremos.. O tal vez no, estaremos lejos, lejos de aquì... pero siempre los dos. Estaremos lejos del nido pero cerca del sol que brilla con màs fuerza, de la madre tierra que nos besa los pasos... De la alegrìa de sentirnos juntos.
-TeQuieroHastaDondeNoLleganLasLucesDeLaCiudad... y màs allà -