miércoles, octubre 29, 2008

La noche está serena y calma...
Mi alma alberga una tempestad de sentimientos confusos y la luna me mira, como queriendo contemplar toda mi sombra en un solo cráter.
Otra vez la primavera me sorprende, emprendiendo el viejo camino de regreso a casa, ese camino en donde nació la poesía de la semilla y la grieta infinita. Ese camino, el mismo de siempre, que me vió enamorada y riéndole a la vida, y también padeció la tristeza de mi soledad y sus lágrimas.
Camino y me vuelvo sobre mis propios pasos, creo sentir todavìa el tono triste de tu voz. Pocas veces lo he escuchado, creo que hasta esta tarde, lo desconocìa... pero ahora no puedo sacarlo de mi cabeza.
¿Cómo ayudarte esta vez?
El amor es el suspiro de un poeta que, encantado con sus versos, decidió soñar.
Creele mujer al poeta.
Cree en sus ojos que te miran con sinceridad,
mirá sus manos y embriagate con su dulzura,
sus caricias son sanas y transparentes,
y tuyas...
creele mujer,
y corre a su encuentro.
Estrujá su pecho entre tus brazos,
y ríanse de las mentiras de los que quieren
pisar sus cabezas.
Y amense, que el amor es el aire que nos mantiene vivos...
Creele mujer,
creele al poeta.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Bonito. Me ha gustado. Yo tengo tan mala suerte en el amor...que lo he hasta aborrecido.

Un besito.

Anónimo dijo...

amiguita que bueno verte escribir pero bueno haber si me visitas a mi blog y haces lo que pido en mi ultimo post y yo te devuelvo mi direccion ok, abrazos