miércoles, febrero 04, 2009


Gritos sordos, caricias mudas: Momentos de reflexión.
El tiempo me acribilló por la espalda recordándome que el idealismo asesina a los amantes que se besan sin poder tocarse.
No es momento de conjurar a los espectros de viejas èpocas. No es mi era ni la tuya.
Vos no sabés quién querés que duerma en tus brazos y das besos brujos que no llevan nombres en la piel. Vos te conformás. Hoy te sorprende la luna haciendo lo que siempre criticaste, ese conformismo vomitivo, cobarde... solo que disfrazás las mentiras con metáforas desalineadas.
Y yo me alejo.
Tu canivalismo debora tus propios huesos. Come tus palabras, tus ideales... ya no tenés sombra porque sos una gran mentira. Tu reflejo es solo una luz azul a lo lejos... y me alegra estar tan lejos para no ver tu autodestrucción. Te condenaste a la mediocridad y de eso no se sale jamás.
Revelè ante el mar mis verdades, me desnudé ante su furia y me sentí en libertad. Es necesario escupir las espinas para poder olvidar sin rencor, el pez por la boca muere y las palabras que no se dicen son el suicidio seguro del poeta.

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