viernes, mayo 04, 2007

Bajo la idea de " RESISTIR" escondo mis làgrimas.
Làgrimas que se tiñen del color de la sangre de los caìdos durante las protestas populares, y cobran mil nombres a la vez. A veces, se llaman Dario Santillàn, otras.. Maximiliano Kosteki, Pocho Lepratti, Carlos Fuentealba y otros tantos anònimos que murieron en silencio.
A veces gritan con las voces que la dictadura necesitaba callar, y se llenan de preguntas. ¿ dònde estàn? ¿Còmo?¿Por què?.

Sin embargo, en muchas ocaciones las transformo en sonrisas y se las regalo a algùn niño que las haya perdido...
¿y como explicar lo que sientro cuando veo a mi pueblo unido luchando por una misma causa?¿cuando recito el himno?¿ cuando veo esa bandera flameando a pesar de tanto...?
Pero siempre las làgrimas siguen allì... observando como mi corazòn se estremece al descubrir el dolor incontenible en la mirada de los aborìgenes, que ven morir sus raìces y sus palabras cuando la cuna de sus costumbres y de sus tradiciones se cotiza en unas chirolas y es vendida a manos extranjeras, que tan solo piensan el sacar dinero de ellas.

Y yo no olvido. Ni el dolor de las Madres, ni la injusticia, ni la desigualdad. Siempre del lado del obrero, del caminante, del luchador... pero mantengo presente que tenemos que caminar siempre para adelante, aprendiendo de los tropezones del pasado para poder construir un camino llano... Siempre con los ojos abiertos, la frente alta... y los bolsillos cargados de esperanza.

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