miércoles, noviembre 21, 2007

Todo es tan extraño.
Siento la necesidad de huir, correr desesperadamente hasta que la respiraciòn abandone mi pecho, desaparecer tras mis pasos... sin mirar atràs.
Sin embargo, mis pies no se despegan de la superficie. Se rehusan a hacerlo. Se niegan. Se sujetan con fuerza.
Como si fuesen raìces que idolatran su tierra.
Asì, con esa furia.
Pero no importa... no me importan los pies. Mi cuerpo tiene manos, dedos, ojos, boca, nariz... ¡le regalo al presente los pies! Que haga con ellos un tapiz, un libro, una rosa... o tal vez, prefiera asesinarlos, desgarrarlos con furia y tirarlos al mar (¡JAAA! el poeta tiene en sus palabras la violencia del silencio).
Pero tan solo son pies. ¡PIES, PIES, PIES!. No los necesito.
Hace tiempo vivo sin corazòn ¡Y acà me ven! grito, lloro, muero, nazco... como si lo tuviera.
Pero ahora que lo menciono, ¡tan distinta era la vida cuando lo tenìa!. Escribìa con su consentimiento... cada estrofa llevaba su marca y los poemas eran tan dulces como su presencia. Vivìamos en plena armonìa... hasta que llegò un poeta.
Un poeta de cielos claros y manos tibias, de imaginaciòn inmensa, de besos que enamoran sin tocar los labios... ¡un poeta enamorado de la guerrilla!¡Un poeta loco! (tanto o màs que yo).
Y sin dudarlo le regalè mi corazòn. Lo arranquè de mi pecho con dolor...(con ese dolor que duele y encanta a la vez), y sintiendo la sangre caer sobre mì, se lo dì y besè su mano.
El poeta lo tomò con fuerza, lo estrujò en su cuerpo y me hablò de amor. Hasta creo que nos besamos algunos instantes... pero bien no lo recuerdo.
Ahora no està. Se cansò de la tormenta de mi cielo... (el debiò entender, estoy loca, como su risa, sus ojos, sus dedos... ¡como èl!)
El poeta se llevò su pluma hacia otro jardìn, y mi corazòn arrastrando detràs de la tinta de sus recuerdos.
Y ahora escribo, escuchando la batalla de mentiras sinceras entre mi mente y el poco corazòn que me ha quedado. Ahora espero que un poeta ¡loco y enamorado! me regale el suyo. Tal vez pueda vivir asì... recordando lo que he perdido, pero enamorando mis palabras con un nuevo corazòn -

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ojala algun dia seas Revolución.

Cuidate y segui tus convicciones que te esperan cosas maravillosas.

Beso grande

Pabli

Anónimo dijo...

No hay duda que todo en nuestro interior, cada paso, cada palabra es revolución, pero yo me refiero a lo que uno empieza a masticar desde chico y cuando llega a cierta edad se da cuenta que tiene muchisimo adentro que va a enseñar y explotar, eso creo que empezas teniendo vos, que no dudo que el dia de mañana algo grande nacera en el arma de tus convicciones..


beso ru

Pabli