domingo, marzo 15, 2009

..." El poema que no digo, el que no merezco. Miedo de ser dos, camino del espejo: alguien en mí dormido, me come y me bebe"...

Alejandra Pizarnik, "Àrbol de Diana"
Me resulta imposible (a esta altura del partido, de la vida, y tan entrada la madrugada) negar que has tomado posesiòn de gran parte de mí. Escribo ya sin pensar tu rostro... cerrando los ojos, nublando mi vista, lo veo dibujado a la perfección en la parte trasera de mis pupilas, sobre las orejas, en la sien, en la frente y encima del cuero cabelludo. Podría decirse, siendo franca y sincera que escribo ya por costumbre, porque me produce placer exteriorizar la dicha de haberte conocido... porque a pesar de desconocer el desenlace de estás palabras, encuentro esta historia tan facinante como tu sonrisa. Y ellas (las palabras) se amontonan en mi boca con ganas de salir a la luz, y siento una incontenible arcada y unas ganas de vomitar metáforas que exceden mi tolerancia y resistencia humana. Me levanto de la cama para curar mi enfermedad (la de los poetas y los locos... la de los locos poetas y la mía... ¡maldita poetisa des-equili-brada!) y las vuelco sobre este papel imaginario y tecnológico. ¿Qué culpa tendrán ustedes, los benditos lectores y compañeros de poemas, de que el arco iris sea más brillante estos días?, ¿què culpa tiene la luna de que hoy escriba sin sentido, y que haya perdido (de hecho) el raciocinio desde que lo conocì?. Creo que ambas respuestas son: Ninguna. Pero no hay opción: matar al amor o morir en el intento de ser feliz.
Belén

1 comentario:

SAFIRO dijo...

Difícil, muy difícil es poder matar el amor ¿Con qué?... y sin morir de amor en ese intento.
Él es el dueño de las voluntades cuando llega y atravieza las puertas, se mete por las ventanas, se cuela por el ojo de las cerraduras y no espera a ser invitado, no pregunta, no obedece...simplemente llega y se instala. A veces para nuestra alegría y felicidad y en otras para atormentarnos...pero allí se queda, hasta que él lo decida.
¿Cómo poder matarlo?

Es muy bonito tu modo de expresar los sentimientos, uno se involucra en tus letras.
No dejes de escribir, las palabras nacieron para que vos las hilvanes y les des sentido.

Un abrazo grande, en esta noche cálida y hermosa, que anuncia el otoño en Buenos Aires.

Besos