viernes, diciembre 19, 2008

Resurgen entre las piedras
llenas de moho, de verdín y de aguaceros muertos por la tempestad.
Los abrazos de la fuerza, se miran perdidos,
se buscan entre ellos, tocan sus rostros,
acarician la exactitud de sus pliegues.
Los abrazos de la fuerza,
los mismos de siempre, pero ahora tan distintos.

Una cuchillada en el centro del pecho lo sorprendió.
De espaldas a la muerte, quizo torcer el brazo de la parca.
La sangre se mezclaba con la tinta y caìa sobre el suelo,
sobre el papel, sobre las plumas deshechas de dolor.
El mundo a veces se desmorona sobre la sien, y quièn haya perdido la capacidad de resistencia va a verse superado, ahuyentado, muerto y enterrado por el peso de la conciencia.
Èl, avasallado por la incentidumbre y la incoherencia de los hechos
quería morir sobre el lecho de espinas. Clavarlas una a una en su cuerpo,
morir desangrado... Tal vez así, podría hacerse físico el dolor del alma.
Èl, no escuchaba más sus latidos, no sentía la brisa, no percibía el aroma de un lirio empapado en primavera.

Pero resurgen los abrazos de la fuerza.
y entre ellos intento hablar, escuchar,
vendar el alma con la gaza que alguna vez vendò mi dolor.
El amor sorprende con su belleza, y lo hace tambièn con sus heridas. Frenar para pensar,
y aprender a ser felices.

A pesar de dejarnos enlazar con la cinta invisible del destino,
los seres, continúan siendo seres. Cada uno con un corazón, un par de ojos, unos pies que de vez en vez se transforman en alas, unas manos que acarician lo divino y nos hacen llegar al cielo, unos brazos que apretujan sobre el pecho todo aquello que quiera fundirse en èl, una boca que susurra y habla... Aún son seres... Uno y uno... no uno en uno.

Ser feliz,
es quizá el fin último de las cosas...
¿quién podría serlo, si en el centro del pecho tiene una nube oscura que produce tormentas de llanto y lágrimas?
la lògica de la razón.. no alcanza al corazón, ¿Verdad?

Si en el destino está escrito, por más que hoy en el interior haya sombra, mañana volverá a salir el sol...
Los eternos abrazos de la fuerza.

2 comentarios:

SAFIRO dijo...

y esa es también nuestra fuerza y la razón para seguir...

manaña saldrá el sol...y si no es mañana, seguro será pasado mañana, pero saldrá...¡siempre sale! y vence a las tinieblas.

Te dejo mi fuerte abrazo y mis deseos de paz para tu corazón y mucho amor para recoger en el camino.

¡Que Dios te bendiga!

Que tu Navidad sea hermosa y llena de esperanzas nuevas.

Besos!
Irma.

SAFIRO dijo...

perdón, pero tengo la manía de robar algo, me llevé tus árboles abrazados.
(están en una entrada que dice "confieso que he robado"...y sigo robando...y bueno!

besos